El valor razonable es uno de los criterios de valoración contable de activos y pasivos, utilizado en las Normas Internacionales de Información Financiera. El principio de valor razonable se basa fundamentalmente en el precio de mercado, cuando este exista y se contrapone al método del coste histórico, al que ha sustituido en algunas instancias.
Las principales objeciones a la extensión del valor razonable como criterio contable generalizado se basan en la volatilidad que puede generar en los mercados financieros y también la falta de fiabilidad de esta información, no basada en transacciones reales.[1]